Con la llegada del verano, son muchos los cultivadores que se preparan para recibir una buena cosecha. Sin embargo, no solo llega el calor, sino también debemos mostrar atención a la alta humedad que habrá en el ambiente y a la poca lluvia que se espera estos meses. Por esta razón, es más que importante tener en cuenta diversos pasos y trucos para cultivar marihuana en verano y obtener un resultado óptimo.
En este artículo os compartimos unos cuantos trucos para cultivo en exterior y para que nuestras plantas no padezcan durante los meses de calor, con tal de evitar posibles plagas que se acentúan durante el verano.
Cultivar marihuana en verano
Temperatura: Una solución para combatir las altas temperaturas durante las horas de mucho sol es proteger nuestras plantas de cannabis, es decir, nuestro espacio de cultivo.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que nuestras plantas no deben sufrir estrés, por lo que cuanto menos las movamos de sitio y las toquemos, mejor para ellas. De lo contrario podríamos dificultar su crecimiento y conseguir unos resultados no deseados.
Plagas: En verano se incrementa la aparición de plagas y enfermedades, por lo que debemos estar muy atentos a que no surjan hongos o insectos y, si esto pasa, actuar lo más pronto posible. Para ello, os recomendamos que utilicéis el jabón potásico de coco.
Riego: Anteriormente, hemos hablado de la escasez de lluvia durante los meses de verano, por lo que es fundamental incrementar el número de riegos, porque el calor provoca que nuestras plantas necesiten mayor cantidad de agua.
Si contamos con sistemas de riego, es importante comprobar que funcionan de manera correcta y, si no es así, debemos sustituirlos para que estén a rendimiento pleno.
Otro factor que debemos tener en cuenta para cultivar marihuana en verano es la hora de riego de nuestras plantas. Optaremos por el amanecer y el atardecer para regar y así evitar la evaporación y el efecto lupa de las gotas, que puede dañar nuestras hojas.
En definitiva, durante estos meses, regaremos el doble y utilizaremos agua fría para que nuestras plantas se refresquen.
Nuestro consejo es que si riegas el doble de veces que habitualmente, debes poner la mitad de los nutrientes en cada dosis. La planta está sedienta y necesita alimentación, por lo que lo absorberá muy rápido. Así que no utilices muchos nutrientes, ya que podrás provocar que la planta acabe quemándose.