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RECETAS CANNABICAS

LA ILUMINACIÓN EN NUESTRO CUARTO DE CULTIVO

En esta entrada trataremos el tema de la iluminación y de cómo las plantas la utilizan para su desarrollo.

Todas las plantas vasculares, entre las cuales se encuentra el cannabis, necesitan para desarrollarse cuatro elementos primordiales: Agua, nutrientes, luz y aire. Con estos elementos disponibles podrán desarrollarse a lo largo de su ciclo vital.

Por medio de la fotosíntesis, muchos vegetales obtienen energía de la luz. Cuando los fotones de la luz tocan la superficie de una de las hojas de nuestra planta el sistema foto sintético se pone en marcha. Una vez se activa el proceso, la planta aprovecha luz, aire y nutrientes contenidos en el agua para generar su propia energía. Los seres que son capaces de generar su propia energía, como es el caso de las plantas vasculares, se denominan autótrofos y, en este caso, al obtenerla de la luz, serían clasificados como fotoautótrofos.

La importancia de la iluminación para el cultivo del cannabis

En la planta del cannabis, la luz no solamente sirve para generar la energía necesaria para el desarrollo, sino que también responde a los cambios de duración del día. Serán las horas de luz quienes indiquen a la marihuana si es momento de crecer o de florecer. Mientras disponga de cartorce o más horas de luz se mantendrá en su fase de crecimiento, sin embargo, cuando el tiempo de exposición lumínica comience a descender, la planta empezara su ciclo de floración.En el cultivo de interior, intentamos simular la naturaleza potenciando y mejorando aquellos factores que no se pueden controlar en exterior. Todos estos factores provocan que nuestro cultivo se desarrolles en las condiciones «casi» perfectas. Por este motivo, necesitaremos un temporizador que controle las horas que nuestro foco va a estar encendido.

Es muy habitual que algunos cultivadores quieran ahorra en elementos de cultivo, y muchas veces se comete el error de querer escatimar en la iluminación. Este es uno de los graves errores, ya que la iluminación es uno de los componentes principales y de la luz dependerá en gran medida la salud de nuestra planta, y por supuesto el resultado al finalizar el cultivo. En el mercado puedes encontrar distintos sistemas de iluminación pensados para el cultivo (En nuestra página encontraras todo tipo de elementos dedicados a la iluminación, dentro de la misma categoría). Como ya debes saber, el más utilizado es el de bombillas de descarga, como el sodio o el halogenuro metálico (como podrás observar en la galería de imágenes). Como curiosidad: las lámparas de descarga emiten luz intermitentemente, por eso cuando intentamos hacer una foto con el móvil lo más probable es que salgan unas líneas de luz en la imagen.

La bombilla de sodio emite una luz más anaranjada que la de halogenuro metálico y suele utilizarse en los ciclos de floración. El espectro azulado de las lámparas de halogenuros metálicos intenta imitar a la luz primaveral que tiene este color dada la distancia del sol a la tierra; mientras que el sodio intenta imitar la luz del verano siendo más calidad. Lo más habitual es utilizar seiscientos o cuatrocientos vatios de luz, aunque eh habitáculos muy pequeños, doscientos cincuenta vatios serán suficientes. Las bombillas de mil vatios serán apropiados en cultivos de grandes dimensiones, tal vez destinadas a cultivos colectivos. Ya que estas bombillas pueden ponerse en el techo a una distancia regular entre sí y se aprovecha al máximo la superficie de cultivo con menos aparatos que mantener, así los costes de producción serán menores, y cuando hablamos de un colectivo para bastantes personas siempre es mejor obtener más recursos con menos inversión/gasto.

Hay que tener en cuenta que el sol es una gran fuente de luz perfecta que desprende todo el espectro de color necesario para nuestras plantas y que su potencia es muy elevada. Este factor se limita mucho en interior ya que nuestras lámparas sí que tienen un límite. A pesar de que la luz sea limitada en nuestro cultivo, tenemos que escoger la potencia de nuestro equipo de iluminación de una forma efectiva. De nada nos serviría poner un sistema de seiscientos vatios en un armario de sesenta centímetros cuadrados. Esto solamente nos ocasionará molestias ya que la temperatura dentro del armario será excesiva, haciendo que el clima de la zona de cultivo sea inadecuado para nuestras plantas.

Es importante que en nuestro cultivo de interior exista algún tipo de sistema de medición del clima. En un principio, con un termo higrómetro sería suficiente. Con este aparato podremos vigilar la temperatura y la humedad relativa del ambiente. lo cierto es que nuestras plantas pueden aguantas temperaturas bajas como los 10 grados y tan altas como los 40 grados. Fuera de estos limites, el desarrollo de nuestra planta será nulo y se verá severamente frenado. Yo personalmente aconsejo una temperatura de unos veintidós grados: en este punto del termómetro es cuando mejor se desarrolla nuestra planta.

Para impedir un exceso de calor en nuestra sala, podemos utilizar algún tipo de sistema de extracción para la bombilla. De esta manera el aire caliente es extraído directamente desde el foco y expulsado al exterior del cultivo. Así evitaremos que el calor se propague por la habitación y esta pueda llegar a convertirse en un paraíso para todo tipo de plagas.

Además es importante, aunque no indispensable, que con el tiempo adquiramos un luxómetro. Este aparato nos permitirá medir la potencia lumínica real de nuestra lámpara. Por supuesto podemos tener en cuenta que la vida útil media de una bombilla es de aproximadamente tres cultivos. Sin embargo esto dependerá de la calidad de nuestro balastro: si optamos por uno electromagnético la vida de la bombilla será menor que si optamos por uno electrónico. Aunque esta decisión dependerá básicamente de nuestra economía.  Con el luxómetro podemos medir la potencia de la lámpara en cualquier momento y así determinar si debemos deshacernos de ella o todavía la podemos aprovechar. Valores inferiores a los ocho mil lux indicaran que es momento de retirar nuestra bombilla. Se nota como la vida de la bombilla es de distinta duración.

Otro elemento importante en nuestro cultivo es nuestra bandeja de recogida de agua drenada. También se pueden utilizar los tiestos individuales para cada tiesto. De todas formas una bandeja de cultivo, te facilitara las labores de limpieza. Existen dos tipos de contenedores para recoger el exceso de agua. Por un lado, simplemente una bandeja de las dimensiones del armario, donde se deposita el agua drenada y se queda ahí hasta que el cultivador lo retira, o bien se evapora. Son ideales para cultivos pequeños, donde los restos del drenaje nos ayudarán a mantener una humedad relativa del ambiente correcta, ya que en la mayoría de casos suele crearse un ambiente demasiado seco para el óptimo desarrollo de nuestras plantas. Por otro lado tenemos el sistema de recogida mediante mesas de cultivo, se trata de bandejas bastantes más grandes que las anteriores, pensadas para salas de mayores dimensiones. Sueles situarse sobre unos caballetes haciendo una ligera pendiente hacia un lateral. En el extremo más bajo hay un pequeño hueco donde va a parar toda el agua de la bandeja. Al final de este, se hace un agujero donde se sitúa algún recipiente para recoger el agua drenada. Con este sistema se puede reducir la aparición de hongos en nuestro cultivo. Hay que tener en cuenta que en el estadio de crecimiento, la humedad relativa ideal está entorno al setenta y cinco por ciento, mientras que en floración será mejor mantenerla por debajo del cincuenta por ciento.

Controlar muy bien la ventilación es algo crucial para el desarrollo de nuestro cultivo, ya que de esta forma será como regulemos la temperatura y humedad de nuestro cultivo. Para ello también es importante instalar algún pequeño ventilador interno que circule el aire. Aunque se recomienda utilizar sistemas anti-humedad o sistemas para incrementar la humedad, para los casos en el que esta este presente en exceso o simplemente no exista, ya que como bien sabemos es muy importante establecer la humedad entre unos estándares específicos.

 

Esperamos que os haya gustado nuestra nueva entrada, y si tenéis cualquier duda, podéis incluirla en la sección de comentarios.

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