Tal como compartimos hace algún tiempo en nuestro blog, existen diversos métodos y formas para consumir marihuana. Uno de ellos, como explicamos, es a través de las infusiones y los tés. Pues bien, en este post os vamos a explicar cómo hacer infusiones de marihuana en unos sencillos y rápidos pasos.
Muchos consumidores de cannabis prefieren encontrar los beneficios del THC en otros métodos de consumo, ya que hay personas que o no soportan inhalar el humo o bien tienen problemas con el cannavaping.
Entonces, ¿Cómo hacer infusiones de marihuana?
Primero que todo, debemos tener claro que los efectos de la marihuana bebida son muy diferentes a cuando te fumas un porro o cuando la mezclas con comida. No es lo mismo fumar, beber que comer.
Consumir marihuana en infusión tiene unos potentes efectos y si, además, se prepara correctamente, experimentas un viaje increíble.
Para ello, lo que vamos a necesitar para hacer infusiones de marihuana es:
- Leche entera o agua
- Mantequilla (si se utiliza agua en lugar de leche)
- Marihuana
Lo primero que debemos hacer es triturar la marihuana, aproximadamente medio gramo (cuanto más buena sea, mejor). Para machacar y prensar la marihuana podemos utilizar uno de estos grinders.
A continuación, debemos verter tres vasos de leche entera (o en su defecto agua). De todos modos, si elegimos leche, esta debe ser entera.
Cuando empiece a hervir, meteremos en la olla dos cucharadas de mantequilla. Este paso lo puedes obviar si has utilizado leche entera.
Tras ello, agregaremos a la mezcla el cannabis que hemos triturado e iremos removiendo continuamente para que la marihuana no se pegue a la olla.
Lo importante de todo esto es que para preparar la infusión debemos sacar todo el THC posible de la planta. El THC no es soluble en agua y necesita de una sustancia grasa (como la mantequilla que hemos usado) para que se disuelva.
Por ello, mezclar el agua con la mantequilla, o solo la leche entera, permitirá que obtengamos todos los beneficios posibles del THC y que no aparezcan odiosos grumitos verdes del cannabis en nuestra infusión.
Cómo hacer infusiones de marihuana: últimos pasos
Una vez removida la mezcla durante unos diez minutos, colaremos la mezcla en un recipiente en el que quepa todo el producto. Una vez pasado este tiempo, podemos tirar la mantequilla que hemos usado, ya que el agua ya ha absorbido todo el THC posible. La mantequilla no la necesitaremos para nada más.
Recu
erda que en el caso de haber utilizado leche entera, no te hará falta la mantequilla, puesto que los cannabinoides se adhieren perfectamente a la grasa que contiene la leche entera.
Una vez en el bol, dejaremos que la mezcla repose durante unos cinco minutos y, con ello, que se enfríe un poco.
Posteriormente, meteremos la bolsita de nuestro te favorito en el líquido. Con ello, lo que conseguiremos es que la mezcla adquiera el aroma deseado. Si lo quieres más dulce, puedes echarle azúcar.
En los meses de más calor, lo ideal es añadirle hielo para obtener un té helado y que siente mejor al cuerpo.
Tras esto, ya tendremos lista nuestra infusión.
A tener en cuenta:
Al igual que todos los productos de marihuana que se ingieren, el efecto suele tardar entre tres cuartos y una hora, así que no te desesperes.
Si nunca has probado la infusión de marihuana, no lo mezcles con alcohol y no fumes porros hasta que no pasen un par de horas.
No por mucha cantidad, vas a disfrutarlo mejor. Lo importante es no pasarse. Con medio gramo tienes más que suficiente. Una mayor cantidad de marihuana, podría no tener los efectos deseados.